jueves, 12 de febrero de 2009

DAME UNA RAZON PARA VIVIR MAÑANA

Hace muchio que no posteaba una historia...asi que aqui va la primera de cuatro partes...

CAPITULO 1
DAME UNA RAZON PARA VIVIR MAÑANA

Jorge Luis camina por la calle apresurado, harto de la vida, cada vez que pasa por el lado de alguna persona la choca, ahora no le importa si es un hombre, mujer o niño, al fin y al cabo no quiere este mundo, no quiere habitarlo más.

Hace un año caminaba diez calles al norte de de donde esta en ese momento, tomó un atajo, cuando de pronto tres personajes salieron de la nada, lo tomaron por sorpresa y lo golpearon, una y otra vez, aun cuando cayó al suelo, le daban puntapiés, le arrancaron una cadena, su reloj y se llevaron su billetera, apenas pudo llegar a casa… su verdadero dolor era su ira.

Ahora recordaba eso: volver a casa, eso no lo reconfortaría, ya nada lo logra, esta por cruzar una calle, viene un auto el cual debe frenar de improvisto; el conductor le grita algo, no importa que es, sigue caminando.

Hace nueve meses, iba entretenido con mejores ánimos, aun no olvidaba la paliza que recibió de unos ladrones, mientras iba a cruzar la calle, una camioneta paso a toda velocidad, el resultado: tres días de su vida perdidos, al despertar estuvo en el hospital, en el cual permaneció durante un patético mes, un dolor en las costillas que a veces aparece, pero que aun oculta, para no inspirar lastima, los borrachos que lo atropellaron nunca aparecieron.

Esta por llegar a casa, solo puede pensar en encerrarse en su habitación poner llave, subir un poco el volumen del televisor en el que deben estar presentando alguna estupidez, así evitara escuchar las voces de su familia.

Hace seis meses se encontraba bajo mucha presión, su madre también, el le alzó la voz y ella le dio una bofetada, dos meses sin hablar, aun ahora apenas se saludan, y siente que su presencia no es cómoda para su madre.

Luis trabaja medio tiempo, es algo pesado, pero aun así lo hace, el dinero nunca sobra, de hecho muchas veces falta, ahora esta algo cansado, y disgustado consigo mismo, como para variar en las ultimas semanas no estaba de humor, un amigo lo molesto, hizo un chiste, Luis lo golpeo, eso hace una hora.

Aun con mucha tarea de estudio, solo piensa si podrá dormir esta noche, siempre ha estado dispuesto a escuchar a los demás, siempre, es algo importante, lo hace sentir bien, es verdad ayudar a otros siempre lo hace sentir bien, pero hoy no escuchó a nadie; hoy no es el día.

Llega a su casa y su familia no se percata de esto, entra a su habitación, se encierra, pronto anochecerá; las noticias…no son su programa favorito, pero no esta animado, ni siquiera para cambiar el canal; sorpresa dejaran de presentar noticias importantes por un par de rumores de su ciudad; se están cumpliendo cuatro años, desde aquel incidente en que muchos afirmaron ver unos demonios sobrevolando la ciudad, mucha gente aseguró verlos, incluso se dice que un incendio ocurrido esa noche fue provocado por estos, y que a una chica la raptó uno en un vehículo, el no vio nada, le parece ridículo, a esto se suma lo que afirmaron otros, apenas hace tres semanas, dos sujetos con abrigos oscuros y cabellos largos cayeron del cielo luchando, hasta un callejón donde poco después desaparecieron, ¡Que conveniente!, para Luís esto solo se hace por publicidad, ahora espera que la selección de fútbol gane algún partido y hablen de esto para ocultar las verdaderas noticias.

Luis toma su teléfono, quiere hablar con ella, hace dos meses, no tiene una razón clara de porque, pero dejaron de hablar
-Contesta, por favor, Dame una razón para vivir mañana- pensaba
El teléfono timbra, no contesta, el sabe que no lo hará; mira una cifra de estadísticas, la pobreza, piensa en los secuestrados, en los problemas, comienza a recordar por los lugares que pasó, en su “Largo” camino a casa, el vio algo injusto, vio hambre, vio tristeza, vio desolación sobre las personas, vio problemas que se salían de la manos de sus victimas, se levanta, ahora tiene rabia, el no esta tan mal, igual quiere estar muerto.

Decidió salir, caminó lejos, una vez mas sin rumbo, esta haciéndose de noche, dejó su teléfono, sus llaves, en fin, solo estaba el, con un sentimiento extraño, sus problemas contra los demás; hay una serie de imágenes en su cabeza, de cosas que ha visto, contrastándose con los suyos, no esta tan grave, pasa por una fabrica, se esta haciendo tarde, varias personas salieron de trabajar, de pronto la luz de algunas lámparas se apagó.

La energía se fue, solo la luz de la luna se notaba, esta nervioso, bastante, una mujer pasa caminando rápidamente a su lado lleva gran velocidad; las siluetas dejan de notarse rápidamente, por un momento le parece ver otra cerca de donde debe ir aquella mujer, acelera su dirección en ese camino, era la silueta de un hombre acercándose rápidamente a la mujer, cuando esta mira hacia atrás el hombre ya la esta atacando; Luis empieza a correr.

Hace dos años, buscaba controlar su ira, no encontró una forma definitiva, corría por largas horas, acudía a citas con psicólogos, yoga y algo de artes marciales, tal vez recuerda un poco de eso; ahora lo importante es ayudar a esa mujer; se acerca mas y con toda la ira que tenia hala al hombre hacia atrás tumbándolo y liberando a la mujer; mientras le pregunta:
-¿Esta bien?-
es atacado por la espalda; luego recibe un puñetazo en su estomago, el atacante no es muy fuerte; aun así, Luis no está muy bien, y recibe otro golpe en la cara; cuando el atacante va a dar otro golpe, este siente una piedra en su cabeza; ha sido arrojada por la mujer; Luis inmediatamente toma fuerzas y golpea al sujeto, con el primer golpe toma ventaja; hace un año estaba solo, y eran tres los ladrones a los que se enfrentaba, y ahora los ve allí en ese solo ladrón; se siente bien con cada golpe que le propina; el tiempo se hace eterno, aunque no pasan ni cinco minutos; el sujeto huye.

Se comienza a sentir bien; después se acerca a la mujer, se rie
-Si no hubiera lanzado esa piedra…-
-Gracias- responde ella
El la acompaña, ella expresa la confianza que inspira Luis, aunque no sabe su nombre; al salir del trabajo, debía ir a ver su madre, la cual estaba enferma, ella habla sobre su familia, su padre fallecido, sus deudas y su desespero al salir de trabajar, lo cual no le permitió siquiera poner cuidado por donde caminaba.

La energía no regresa, no alcanzan a distinguir sus rostros; ella también tiene planes para su futuro, y si se esfuerza los cumplirá, Luís no habla mucho, solo escucha la acompaña hasta su casa, finalmente, ella se despide
-Gracias, necesitaba hablar-
-No hay porque- respondió Luis
-Me doy cuenta que hay personas, dispuestas a ayudar y a escuchar a otros, salí de trabajar pensando en una razón para estar aquí mañana, ya ahora me siento mejor-
-Gracias, adiós-

Se retira rápidamente, la mujer que ayudó no distinguió su rostro, ni el, el rostro de ella; pero está bien, se vuelve a sentir bien, piensa, en esa frase, le dio esperanza a una persona, no sabe ni como, pero lo hizo; esa frase una razón para estar aquí mañana; una razón para vivir mañana. Hay una serie de ideas en su cabeza:
-No puedo estar pensando esto-
Al volver a su casa, toca a la puerta, su mamá le abre la puerta, se dirige a su cuarto:
-Mamá, que pases buena noche-
-Igual- respondió su mamá sonriéndole.

Hoy puede dormir tranquilo, a pesar de todo lo que pasa puede dormir tranquilo; antes de dormir revisa su teléfono, tiene un mensaje; hace mucho que no sabe de ella; el mensaje lo aterra demasiado:
“Dame una razón para vivir mañana”