domingo, 22 de abril de 2007

CAPITULO 4
EL LÍMITE
(Adaptación de la historia publicada en Leyenda#4; los capitulos anterior estan en entradas anteriores)

Soy VLS3216 Gamma, es mi código como Oda, me estoy desplazando a toda velocidad entre los universos creados por las mentes de las personas, esa es una habilidad de los odas, la otra es como una maldición en ocasiones: nuestras formas de ser, nuestros cambios de carácter, salen de nosotros y forman seres que pueden ir a cualquier universo; cuando estos seres, a su vez llamados odas, salieron de mí, quede prácticamente vació. Vino a mí la razón, representada por el Oda Plata, con este en un mundo precolombino, donde participe como guerrero, encontré al Oda Verde, que se unió a mí, creándome una determinación para el futuro; continué a un mundo vendido a alienígenas, mis sueños eran encarnados en el Oda Azul, este comandaba la resistencia humana; con estos odas se capturo la ira, el miedo y el odio, representados con el Oda Rojo, el cual huyó dejándome físicamente inconsciente, los odas Plata, Azul y Verde, salieron de mí y lo siguieron a una tierra de temores, donde además estaba el Oda Negro, el de los cuestionamientos; cuando no estaban, sabia que existía, pero no podía acceder a esos sentimientos, ahora están bajo control, algunas veces los odas pueden salir, y a veces yo tomo alguna de sus apariencias; aun con los cinco no estoy completo, faltan dos, que reflejan mi comportamiento con los demás, los busco.

En mi viaje he visitado muchos mundos, conocí guerreros antiguos, sabios, visionarios y mortales; veo al frente, un mundo oscuro, rayos de colores, lo sé, son seres como yo: Odas; alguien los esta golpeando, son cientos de personas, que a su vez se dividen igual que yo lo he hecho; escucho la voz de una mujer que conozco:
-¡Gamma!-
Es una oda que ya me ayudo:
-Alfa-
-Es tu maldad,- me dice –solo tú puedes detenerlo, ninguno lo ha logrado-
Entonces aquí esta,..., solo lo vi al principio,..., tomo mi forma de Oda Rojo y voy entre aquellos que son golpeados por mi maldad, mi Oda Gris; ya me vio, mi espada esta en mi mano, lo ataco, sus guantes son de metal y me detienen, luchamos, él sonríe y habla:
-De acuerdo, lo dejaremos para después-

El Oda Gris se va de este mundo volando y yo vuelvo a una forma neutral, los odas del universo me rodean
-Gamma, tus odas son muy poderosos- dice Alfa –Cada mundo que pisa, tu Oda gris, corre peligro, su poder es la maldad misma, nosotros dominamos nuestra maldad, pero si se llega a liberar y si es tan fuerte como la tuya, no solo puede destruir el balance personal, sino el de todo aquel que le rodea-
-Trataron de detenerlo- le comento
-Teníamos que protegerlo- me dice Alfa, mientras señala a alguien que viene, lo sospechaba, es similar a mí, igual lo cubre un abrigo oscuro, pero su ropa es mas clara, refleja bondad y justicia, no es un guerrero, no me ayudara a luchar, me ayudara a pensar: mi Oda Blanco, me hará entender lo importante que es el uso de mis habilidades para los demás, para el mundo, lo entiendo mas mientras se acerca y juntamos las palmas de las manos, se une a mí:
-¡Detendré mi maldad!-
Alfa me entrega una pequeña bolsa:
-No esta vacía como parece- explica Alfa –ahí van todos tus buenos recuerdos, lo que has aprendido, además de todo aquello que los demás te confían, muchos de sus sueños están en tus manos-
Lo cuelgo alrededor de mi cuello, entiendo el simbolismo y lo que hago, lo que estos seres me confían; ellos sintieron algo, yo también, y ahora mas vale actuar que hablar, me retiro, vuelo hacia otro mundo, los odas lo llaman el plano celestial, y mi Oda Gris fue allí.

Veo el plano celestial de lejos, su entrada al menos, una muralla dorada no deja ver el otro lado, esta mi Oda Gris, frente a el, mí ángel guía Odell, portando una armadura, con su espada convertida en una extraña vara, le habla al Oda Gris:
-No permitiré que entres, no harás daño, sé que has venido porque aquí esta todo aquello que representa la fe de los humanos, la maldad quiere destruir la fe-
Odell lucha, mi Oda Gris esta ganando, me divido en varios odas y voy a luchar, Odell se haya herido, mi Oda Blanco lo ayuda, mientras Oda Gris esta siendo derrotado por mis otros odas, después se ve vencido en medio de la nada, vuelvo a mi forma neutral para darle el golpe definitivo y absorberlo, controlarlo en mi interior, Odell me dice algo:
-Solo tú puedes detener tu maldad-
Odell esta muy golpeado, el Oda Gris esta adormecido, voy hacia él, pero abre los ojos y me golpea por sorpresa, este golpe me lleva lejos, lejos del plano celestial, estoy atravesando varios mundos, trato de detenerme y lo hago finalmente, contra el suelo, un anden, una calle familiar, un rayo parte el cielo, llueve, hay muy poca gente, busca refugio y no se fijan alrededor, no muchos lo harían, cosas buenas y cosas malas, es mi mundo.
-La bondad esta en ti, no me sirves, no estorbaras más- dice el Oda Gris, me ha seguido, pero no viene nadie mas, esta es mi pelea, trato de dividirme, no lo consigo, aquí soy otro humano, aunque mi maldad esta afuera, lanza su puño contra mi, me arroja lejos, ¿Que pasa con el resto?, me levanto lo golpeo y le digo porque puedo hacerlo:
-¿Sabes donde están los otros odas?, en mi interior-
Frente a mí, veo una extensión de mi mente, somos uno, es algo que debo controlar.

domingo, 15 de abril de 2007

ODAS

CAPITULO 3

Adaptación de la historia publicada en Leyenda#3; los capitulos anterior estan en entradas anteriores)

DESOLADO

Recientemente, el joven Oda, que ya manejaba las personalidades de razón, sueños y determinación, Plata, Azul y Verde respectivamente, capturó su temor, su ira y su odio: el Oda Rojo; dentro de la mente del Oda se libra una batalla, el Oda Rojo no se puede controlar a sí mismo, Plata, Azul y Verde como parte del Oda aparecieron una vez mas para contener a Rojo, este usaba un ropaje igual al de Verde, aunque con el sombrero puesto, tenia los ojos rojos y cargaba una espada en su espalda que usaba contra sus colegas; mientras tanto en el mundo donde normalmente habita el joven Oda, este se ve mareado y se choca contra las paredes y puertas de alguna casa, Odell su guardián lo observaba asustado e incapaz de hacer algo, por un segundo el Oda tomó su apariencia roja, luego volvió a la normalidad y cayó inconsciente, alguien venia:

-Cuida este cuerpo, Odell-

-¿Plata?-

-Somos tres odas contra uno-

-Azul- susurraba Odell

-Esto terminara pronto- termino Verde

Tres odas han llegado a este nuevo mundo, Plata, Azul y Verde; Azul pregunta:

-¿Aquí encontraremos al Rojo?-

-No precisamente- respondía Plata- al parecer debemos guardar un orden, bienvenidos a la tierra del temor, es uno de tantos lugares donde se guardan los temores del universo-

Estaban justo en la cima de una montaña, al pie de esta se encontraba un largo bosque y después había una ciudad, era de noche y la luna llena apenas se veía entre las nubes, Plata sintió y escuchó algo a través del viento:

“¿Por qué?, no entiendo, es, no se que es, ¿Qué debo entender?, yo,...”

-¡Se aleja!- Grito Plata- Se cuestiona, esta asustado, pero busca libertad-

-No comprendo bien- decia el Azul

-¡Es uno de nosotros!, tras él- exclamó Verde.

Cuando se apresuraron a correr, la tierra adelante se abrió, una figura gigantesca apareció, tenía alas que cubrían el cielo, la oscuridad dejaba ver algunos colmillos:

-¡¿Qué es?!- pregunto Azul

-Un temor- respondio Plata

Verde salto hacia el monstruo lanzando un puño contra lo que parecía su rostro, se sentía la determinación de este oda en el ambiente, inmediatamente después otro sentimiento lo acompaño, había una furia implacable, detrás del monstruo había un brillo púrpura, Verde paró y detuvo a Azul que lo iba a ayudar, todos se cubrieron por la explosión y desaparición de la criatura, quedando ante ellos solo una esbelta figura con un resplandor púrpura, el viento movía una capa en esta, se acerco a los odas mientras su brillo desaparecía, una capucha y una mascara cubrían su rostro, al quitárselas y llegar junto a ellos se dieron cuenta que era una mujer, de cabello largo, ropa oscura y ceñida, después se presentó:

-Soy OdaVLS32136, Alfa-

-Somos parte de VLS3216, Gamma- respondió Plata

-Es cierto, tenemos códigos- dijo Verde

-Son muchas mentes fuertes, muchos odas, en el universo- agregó Plata

-Buscan un compañero- seguía Alfa- los guiare yo guardo esta tierra del temor, pero ese Oda Negro, confundido es muy fuerte-

Terminando el bosque, el Oda Negro, lógicamente parecido a sus colegas, aunque con una chaqueta en lugar de abrigo, caminaba hacia la ciudad, muy parecida a un Londres victoriano, pero completamente sola, Oda Negro, pensaba:

“No sé hacia donde voy, no se porque sigo el camino, es difícil comprender las razones y los sueños, exijo ser libre, estoy aquí tratando de huir, casi de mí mismo, estoy desesperado y desolado, algo me hace falta, ¿Esta aquí? o ¿Esta en otro lugar?, ¿Qué quiero? ¡No mas!”.

Tiempo después, por el mismo lugar venían los tres odas acompañados por su guía, la cual hablaba:

-Derrotamos muchos temores; son muy fuertes, es increíble que un ser tenga tantos odas, uno para su determinación y otro diferente para sus sueños, uno para razonar y otro para cuestionarse únicamente y uno para el odio y otro para la maldad; vaya cabeza-

Entran a la ciudad:

-Esta sola- dice Verde

-Por supuesto- continúa Alfa- Llegamos a uno de los temores más grandes: la soledad-

-¡Esta aquí!- grito Plata- Siento a Oda Rojo, por última vez nos separaremos, yo buscare a Oda Negro, detengan a Oda Rojo-

Se separan y buscan por las calles de la misteriosa ciudad; después de un rato Plata llega a un callejón y ve a Oda Negro muy asustado, se acerca cuidadosamente; Verde y Azul encuentran a Oda Rojo que los mira lleno de odio, atacándolos con su espada, su guía rápidamente invoca de su interior a dos odas femeninos:

-Enfrenta mi poder azul y mi furia púrpura-

Sus odas estaban junto a ella, además del Verde y el Azul ya conocidos, juntos se lanzaron contra el Oda Rojo.

Plata le habla al Oda Negro:

-Yo, como la razón, digo que se debe hacer, cumplo una misión, pero tú cuestionas, a veces los cuestionamientos no tienen respuesta. Pero esta en los sentimientos; los cuestionamientos, ese pensar y pensar, ayuda a mejorar-

Oda Rojo mueve su espada y los demás caen al piso vencidos, la Oda Púrpura de Alfa y Oda Verde se lanzan una vez más, pero Oda Rojo los derriba, el Verde se levanta y en ese momento aparecen los Odas Plata y Negro, este último dice:

-Sentir ira es normal, a veces se puede odiar, son respuestas que se hallan después de pensar mucho, pero, todo se debe controlar, vamos-

El Oda Rojo, se detiene y los demás se levantan, su guía, Alfa, vuelve a ser una:

-Continúen- les dice

Los odas Plata, Negro, Azul, Rojo y Verde, se unen en un círculo:

-Somos uno- dijo Plata- Es hora de unirnos y ocupar ese cuerpo humano-

En una cama, acostado, aun inconsciente, yace el joven Oda, allí abre los ojos.

domingo, 8 de abril de 2007

ODA
(Adaptación de la historia publicada en Leyenda#2; los capitulos anterior estan en entradas anteriores)
CAPITULO 2
AZUL

El espía esmeralda triunfo, al llegar a un campamento rival, encontró el plan de batalla de sus enemigos, aunque tuvo que derrotar a dos de ellos para ocultar su huida, este guerrero a quien encarnaba Oda, comprende que es luchar por un ideal, voló en su ave hasta llegar a los suyos quienes se prepararon.

Los bárbaros llegaron con la noche, mientras se alistaban a sorprender a sus victimas fueron sorprendidos por estas, atacando con la fuerza de las serpientes de plata, la batalla fue grande; salvarían al pueblo, pero mas allá de esto, aquel espía guerrero Oda, notó una sombra, de alguien semejante a el, aunque con ropas oscuras, con ropas oscuras, parecía que una capa lo cubría y desapareció en un gran fuego verde.

En el mundo habitual, Oda en su forma de Oda Plata descansa, Odell llego junto a un personaje vestido de negro, una gabardina que asemejaba una capa, un sombrero en su espalda y los ojos verdes, el cabello largo, era similar a Oda: el Oda Verde. Odell habló:
-Entendiste el reto y la determinación, seguir una meta y un ideal, y conseguir la fuerza necesaria para hacerlo-
Oda Verde y Oda Plata se dieron la mano.

Ahora nos encontrábamos en un mundo oscuro, hay grandes edificios y varios helicópteros merodean el lugar, se escuchaban algunos disparos, se veían algunas personas correr por el lugar, cruzando una esquina Oda Verde se esconde:
-Odell, ¿Estas conmigo?- Pregunta
-Siempre-
-La información que adquirí como Oda Plata, dice que este mundo ha sido vendido a extraterrestres, la gente será esclavizada si es atrapada, ¡Somos cazados!-
Un llanto se escuchaba, Oda reviso a su alrededor y alcanzo a ver una pequeña niña, corrió hacia ella y la cargó, mientras una luz pasaba tras ellos, Oda corrió y fue llamado, se dirigió hacia allá, donde había un grupo de personas que lo esperaba en una casa, allí se encerraron en una casa y la madre de la niña saludó:
-Gracias Azul-
-No, yo…- Responde Oda
Un hombre lo guía hacia un sótano
-Se ve diferente- Le dice este
allí siguieron un largo túnel, al llegar al otro lado vieron un refugio, gente en camillas, niños acostados en los rincones, también civiles armados, los cuales al cabo de unos segundos se lanzaron contra Oda, esposándolo sin que este opusiera resistencia, después de lo cual se lo llevaron
-Verde- Dijo la voz de Odell, al que solo escuchaba el Oda Verde
-No te preocupes Odell, es obvio que hay otro similar a mí-

Llegaron a un cuarto con varias computadoras y algunos vehículos:
-¡Comandante!- Gritó un guardia
-Ya era hora- Dijo la voz de alguien que venia acercándose- déjenlo, yo me encargo-
Se fueron todos y se presentó este personaje con ropas iguales a las de Oda Verde, pero azules y sin el sombrero que este llevaba en la espalda, además de cabello recogido dejando ver el mismo rostro, Verde comenzó la presentación:
-El Oda Azul, me imagino-
-Y tu el Verde- Decía mientras lo desataba – Sabia que alguno vendría por mi, pero no me iré, no podemos decidir que el mundo de esos humanos sea real, para mi la realidad es el sufrimiento de estas personas-
-Eres su líder, pero no es tu sitio, somos uno, tu los sueños y yo las metas-
-Ahora mi sueño es liberarlos, fin de la discusión, soy el único que puede hacerlo-

En los días siguientes, Verde ayudaba a las personas, mientras Azul, un egocéntrico, pero a la vez gentil líder, creaba un último plan, usarían un arma alienígena, para destruir el portal por donde llegarían los extraterrestres; este portal se veía en el cielo, era la forma de transportarse desde otro punto del universo, en pocos días aparecerían los invasores.

Debían alcanzar un láser gigante que estaba en las afueras de la ciudad, en un peligroso campo abierto, el Oda Azul explicaba:
-Si no alcanzamos a destruirlo antes de que lleguen tendremos que enfrentarnos a algunas naves-

Varios vehículos salieron a toda velocidad, Oda Azul los dirigía, la salida de la ciudad estaba llena de helicópteros, Azul pensaba:
-Malditos, vendieron a su propio pueblo-
Luego un hombre le hablo:
-están aquí-
-Tal vez no vuelvan a ver a sus familias- Les decía Azul – pero asegúrense de que ellas vean otro día-

Los vehículos iban rápidamente, las armas de este ejército eran poderosas y atacaban a los helicópteros y naves alienígenas que llegaban por el portal en el cielo. Mas adelante, en las afueras de la ciudad se veía un telescopio gigante, Azul dijo:
-No es solo un telescopio, es la mira de una gran arma-
Azul bajó de su vehículo,
-Comandante no puede ir solo-
-Tal vez sea un ser mas completo de lo que creen- agregó Oda que estaba en un vehículo cercano
-¡Cúbranme!- grito Oda Azul

Ambos odas corrían hacia la gran arma, había algunas explosiones, Oda Azul dijo al Verde:
-Un ser completo, no es un mal sueño-
-Una gran meta- respondió el Verde
Mientras corrían se unieron como uno y tras un brillo plateado se vio solo al joven Oda, el ser humano, una combinación de los otros el Verde, el Azul y el Plata, el comenzaba a crear un balance; corrió hasta llegar al arma, que sabia como activar, lanzando un rayo al cielo, estallando el portal y con el gran parte de las naves. Oda vio como la esperanza volvía a los hombres:
-Ya es hora de seguir-.
ODA
(Adaptación de la historia publicada en Leyenda#1; el capitulo anterior esta en una entrada anterior)
CAPITULO 1
EL RETO

Soy Odell, guardián y protector de aquellos seres llamados Odas, y me encuentro con el ultimo de esta especie, quien ha dejado escapar sus diferentes personalidades y ahora es solo un ente vació, un cuerpo sin conciencia aparente, que se mueve por inercia; los humanos no pueden verme, el si pero parece que no siente a nadie, ha entrado en su casa y va su habitación, un reflejo de su cabeza, un espacio sin fin, un vació infinito. Desde el fondo una figura viene hacia nosotros, resplandece plateado, su ropa es muy parecida a la de Oda, igual su rostro…, el Oda Plata ha venido, en su muñeca izquierda tiene un reloj bastante tecnológico, corre hacia Oda hasta que chocan, ahora solo veo a Plata, la habitación cambia a un orden casi total, me ve y me habla:

-Odell, he tomado posesión de Oda, al salir de su mente sabia que debía volver, soy la razón, una razón que no sirve de nada sin objetivos-
-Es lo mejor- Responde Odell –Un sentimiento dominando sin ser racional, seria intratable-

Plata mira su reloj y de ahí se extiende una proyección, un universo, mas de uno, la mente de cada ser existente que tiene miles de universos en ella, lo que se ve es un mapa, un camino a todos esos mundos y un rastro de los Odas, Plata comenzará de una vez, desaparece del universo conocido y yo lo sigo…

Amanece, es un mundo creado por cualquier joven, posiblemente el mismo Oda que duerme en una habitación de una pirámide antigua en América (Muy seguramente). Puedo ver salir el sol tras una montaña, los tonos calidos del cielo de la mañana hacen que los humanos tengan esperanza, pronto los rayos de sol entran por la ventana y Oda comienza a despertar, aquellos rayos secan los campos de maíz, húmedos por la lluvia de la noche anterior, el preludio de una tormenta, un guerrero viene en una serpiente alada, volando casi sobre la tierra, mientras rompe el viento, las puertas de una pirámide principal se abren para dejar entrar aquel portador de malas noticias.

Oda en este mundo es un caballero, al servicio de un reino y como tal debe alistarse ante sus compañeros, fuertes guerreros indígenas, es bueno que alguien piense en ellos como algo más que delgaduchos engañados con espejos, han de presentarse a escuchar al viajero, están junto a su líder y el visitante ante ellos se pronuncia.
-… Son bárbaros, vienen por el norte, dejando destrucción a su paso, realmente no quieren conquistar, su interés es destruir; en mi aldea fueron victimas todos menos uno…, yo. Fue el ultimo atardecer que tuvimos- Continua el visitante –con la luna llegaron legiones de hombres desde todos los lugares, conocían nuestras rutas de escape, nos acorralaron y mataron, los niños corrían de un lado a otro, sus llantos eran incomparables, pues los cazaban como animales, y dejaban sus cabezas rodando por el suelo, nadie quisiera sentir lo que sintieron sus madres antes de morir y caer bañándose en su propia sangre,…, ayúdenme y ayúdense…-

El líder responde ante el y sus guerreros:
-Una vez más recordaré su misión; forjar el futuro, protegiendo el presente. Es posible vivir libre, el destino los ha elegido para que lo creen y ahora es cuando deben luchar contra aquellos que quieren destruir sus sueños, acaben con aquellos que desean pasar sobre ustedes, ellos vendrán aquí pero encontraran guerreros invencibles, los que vivirán con sus convicciones o morirán-

Un grito de batalla se escucha, el líder ha ordenado acabar con los bárbaros, antes de que aquellos acaben con el mundo conocido, pero a pesar de ser bárbaros son grandes estrategas, se deben entender sus planes y será enviado como espía uno que sabe lo que quiere, comprende su lugar en la vida y sabe a donde tiene que llegar: Oda; portando una armadura dorada con esmeraldas en su pecho, monta sobre un cóndor gigante y se va volando, escuchando aun en su cabeza su ideal: las palabras de su líder. Atraviesa el cielo buscando el lugar perfecto para descender, mientras tanto, piensa en la determinación para el futuro, entiende lo que debe hacer en su realidad, sus ojos brillan verde, tanto como aquellas esmeraldas que porta.

domingo, 1 de abril de 2007

ODA: DESPERTAR

ODAS
(Adaptación de la historia publicada en Leyenda # 0)
CAPITULO 0
DESPERTAR


-El siente, talvez demasiado; nosotros las deidades lo podemos ver, pero no sabemos si es un peligro o no, solo el tiempo lo dirá…-

El viento sopla muy fuerte en la ciudad, y en el centro de ella, un joven esta a punto de descubrir que su vida no es solo una.

En medio de los edificios, la gente camina y nos se fija en lo que pasa a su alrededor, seguramente no quiere hacerlo; un trueno parte el cielo y una suave brisa comienza a caer; las personas se aceleran, aquel joven camina mas rápido; el viento sopla mas fuerte, como si quisiera avisar algo; la chaqueta del chico se ensancha, su maletín recibe las gotas de lluvia, mientras sus botas pisan los charcos que aparecen, cada vez mas y mas;
-Un callejón – Ve en una esquina- Podría tomar un atajo, ¡No!, mejor tomaré ese taxi-
Llama el vehículo que alcanzó a ver, su cabello y ropa están completamente mojados, el taxi se detiene, el joven ve una señora con un bebe, también necesita el transporte, el cual cede; la mujer se asombra pues el chico se ve de ojos verdes, un sombrero cuelga en su espalda y un abrigo negro lo cubre, luego este ropaje cambia para volver al que tenia originalmente; nuestro personaje va hacia el callejón a tomar el atajo, pasa su maletín al frente, para cubrirlo y corre, ve su reflejo en algunas vitrinas, por un momento nota que esta con ropas azules distintas a las que esta realmente usando, se asombra pero decide ignorarlo.

El callejón esta solo y apenas se oyen las gotas de lluvia caer, acomoda su maletín, la tormenta ha cesado y el silencio cubre la calle, un silencio que pronto rompe el grito de una mujer, un hombre viene de la dirección de la cual se escuchaba el grito, le pasa por un lado, el joven ve hacia el sitio donde escuchó a la mujer.

El cielo era gris y algunos truenos se escuchaban. Antes de terminar el callejón ve una silueta en el suelo, se acerca, hay una mujer…muerta, con su pecho ensangrentado; ahora el joven se pregunta que tanto vale la pena la vida, se siente harto de la gente
-¿Qué puedo hacer?- piensa
pone sus manos desudas sobre su cara y derrama una lagrima tras otra, por sentirse inútil, de pronto, ya no sentía esas lagrimas, mira sus manos que ahora tenían un par de guantes negros, mira su ropa que esta oscura como el luto y siente a alguien detrás de el; es el hombre que había visto antes:
-No dejare ningún rastro- dijo el sujeto, mientras miraba al joven y veía como aparecía un sombrero en su cabeza, un abrigo negro lo cubría, había una espada en su espalda y sus ojos se volvían rojos como la sangre, el joven se lanza sacando su espada sobre el hombre, el asesino, después un rastro de sangre cayó sobre las paredes y el piso, el muchacho iba sobre el sujeto malherido, pero
-Detente- escuchó en su cabeza
Dio unos pasos tambaleando, para alejarse de allí, soltó su espada y calló de rodillas, volvió a la normalidad; un trueno retumbo en la ciudad y un rayo descendió sobre el joven; mientras la lluvia esta cayendo sin cesar una vez más, siete siluetas salen del chico y se pierden en el aire.

El joven mira al cielo, no logra pensar, otro rayo se ve, separa las nubes, un sujeto con alas desciende hacia el, tenia ropas medievales, una espada en su cinturón y cabello largo recogido, este le habló
-Llegó la hora, aunque nadie lo quería-
-¿Qué pasó?- Preguntó el chico
-Te has dado cuenta, que te comportas diferente en diferentes situaciones, mucha gente te percibe y te conoce de manera distinta, como si no fueras la misma persona, y no es porque actúes, es solo tu forma de reaccionar, entonces, se manifiesta alguna personalidad, todo ser en el mundo es así, pero algunos como tu tienen una mente tan fuerte que crea un ser diferente de cada uno de sus principales pensamientos, ellos existen y están en alguna dimensión creada por tu mente; o la de cualquier ser del universo, tu eres un conducto entre esos planos existenciales y debes buscarlos en ellos; esos seres son partes de ti, son odas de tu ser,.., eres una clase de ser llamado Oda, y yo soy un enviado del plano celestial: Odell, juntos debemos volver a los Odas a su lugar en tu cabeza-
-No se que hacer- Responde el joven Oda
-Será difícil- Continua Odell- tus cuestionamientos son el Oda Negro, tus sueños el Oda Azul, tu ira, miedo y odio el Oda Rojo, tu determinación para el futuro el Oda Verde, tu bondad el Oda Blanco, tu maldad el Oda Gris; todos ellos se han ido, tu mente debe estar desconcertada-
-¿Y como los atraparan?- grita una voz
Ambos miran, es la misma cara del joven Oda, pero, tenía botas y pantalón negros, como de militar, camisa gris, abrigo negro con bordes morados y apretado en las mangas por guantes metálicos largos, tenía ojeras, piel exageradamente blanca y cabello largo maltratado.
-Si- continua el sujeto –soy Oda Gris,.., la maldad-
El Oda Gris corre hacia ellos, Odell intenta proteger al joven Oda, pero igual son golpeados, luego el gris desaparece.
-¿Dónde esta?- Preguntó el chico
-En algún plano existencial- Responde Odell –en el pasado, el presente o el futuro, o en cualquier mundo que forme tu cabeza, y me temo que la imaginación de un Oda es infinita, hay odas que son demasiado peligrosos para estar sueltos, buscaremos al Oda Plata, el te ayudara a razonar mejor,…, pronto, pues es posible que algún Oda quiera dominar tu mente y tus capacidades, debes estar preparado, un oda solo puede acabar con todo a su alrededor, sin otros sentimientos que creen balance. La maldad de un hombre es el infierno de quien se le acerque.
-¿Debo luchar?- pregunta una vez mas el joven Oda
-Igual que siempre lo has hecho, pero ahora debes ganar y encontrar un balance en tu vida como todos-

LOS 7 DEMONIOS: EPILOGO

(Los capitulos de esta historia estan en entradas anteriores)
LOS 7 DEMONIOS:
EPILOGO

-Gracias-
-Gracias-
-Gracias-
Hay voces alguna vez las escuche gritar de dolor al morir, hoy me agradecen, los siento desaparecer
-Estamos a mano- Es la princesa, esta aquí junto al Rey y el Hechicero, quien comienza a hablar
-Cada persona toma sus decisiones, cada uno busca su destino-
-Usted puso esas palabras en mi cabeza todo este tiempo-
-Y elegiste, un demonio hubiera podido morir bañándose en la sangre de un héroe, tu eres un humano y eso te hizo mas fuerte-
Estoy cambiando volviendo a mi forma natural, a ser un humano, les preguntó:
-¿Y que pasara con ustedes?-
Me responde el propio Rey
-Nuestras almas pueden descansar en paz, la forma de ganar la eternidad es cuando has dejado un legado, ideas, algo para el mundo, y ahora la misión de nuestro reino tiene un heredero, ahora tu proteges la esencia del Reino Perdido, solo tu sabes llegar hasta aquí, te lo encargamos-
Los tres desaparecen.

Amaneció por completo, el espíritu del Reino Perdido se quedo en mi interior, el Hechicero me libero, y me hizo libre de escoger, solo puedo honrar, lo que paso en medio de estos muros, pienso en todo esto, mientras recorro la ciudad, nadie puede llegar hasta aquí, al fin de cuentas si, soy el héroe, siento el poder de ese demonio en mi interior, pero soy yo, será difícil encarar el mal de los demonios, el mal en general, mientras la humanidad no arregle su moral, no levante sus valores; proteger este planeta, fue la labor del Reino Perdido y ahora es la mía.

LOS 7 DEMONIOS: LIBERTAD

(Los dos capitulos anteriores de esta historia estan en entradas anteriores)
LOS 7 DEMONIOS:
LIBERTAD

No soy solo un ser humano, soy el Demonio de Plata… ¡No!

Cinco demonios al mando del Demonio Niebla me llevan, no lo derroté, es más fuerte que hace siglos, apenas estoy recobrando mi conciencia, nuevamente es de noche, el Demonio Gigante, me tiene, me llevan volando, el Demonio Niebla se acerca:
-Dormiste demasiado, espero que hayas recapacitado Señor de Plata,…, todos somos demonios, odiamos a la humanidad, y junto descenderemos- nos detenemos, Niebla sigue hablando –Bajo nosotros, bajo capaz de tierra, esta el Reino Perdido, y nuestra presencia revivirá al invencible Demonio de Oro-

Estoy muerto, podría vencer los demonios Trueno, Fuego y Agua, incluso al Demonio Gigante,…, pero Niebla, y cuando en unos momentos resurja el Demonio de Oro…. Estoy aquí, con ellos que odian a la humanidad, mi madre no me crió así, pero…, estoy en un mundo condenado, muchas mujeres adoran ser tratadas como prostitutas, los hombres no conocen la lealtad o el respeto, y los niños están condenados a vivir y a ser parte de una cultura podrida, la gente no se preocupa por lo que escucha o lo que ve, según ellos solo piensan en divertirse… según ellos…; con razón estos demonios están aquí, que hagan lo que quieran, lo lamento por los justos y justas, porque los hay, aunque son muy pocos, que los demonios hagan lo que quieran.

No puedo irme, son cinco demonios aterradores, supongo que ser el Demonio de Plata me da un toque de elegancia respecto a ellos, tal como ese supuesto hermano mío, ¡En que pienso!, si me voy me atrapan, rigen mi destino.

El tiempo pasa y no dicen nada, estamos parados sobre la tierra húmeda, no hay un alma en kilómetros, el silencio en la noche desespera, asusta, se escucha un ruido repentino, de esos que estremecen, ahora trato con un mundo fuera del humano, todo alrededor comienza a cambiar mágicamente, los demonios reconocemos este lugar, esta igual, hoy es esa noche y este es el Reino Perdido, los muros las torres, ¿La gente?, el ruido que escucho son pasos, tengo la mirada y las palabras del Demonio Niebla sobre mi:
-Hace tiempo tu debías dirigir en ausencia de tu hermano, ¡Dispérsense!-
Todos se van, yo no, la gente del reino viene hacia acá:
-Cuando este mundo este en peligro, el Reino Perdido estará aquí para ayudarlo-

Reconozco esa voz, como si la hubiera escuchado hace un momento, esta misma noche; por una calle del Reino Perdido viene hacia mi el ejecito y la gente que murió aquí, al frente están el Rey y la Princesa que yo, o quien fui, maté, estoy nervioso, tengo en la mente la muerte de casi todos estos soldados, creo que atacare,…, pero se ve que ellos no tienen intención de luchar, al Rey le falta un ojo, el cual le arranqué, la Princesa me recrimina:
-Tú nos destruiste-
-No era yo-
Es todo lo que puedo decirles, una luz resplandece a mi lado y alguien llega a través de ella hablando:
-No será detenido por mucho tiempo-
-Usted me mató- le digo al reconocerlo
Es el hechicero del Reino Perdido, para este momento ya perdí todo el hilo del asunto, no se por cuanto tiempo me veré seguro y fuerte. El hechicero me grita:
-¡Decide quien eres!, por la forma de morir: con magia tras un hechizo, el Demonio de Plata no renacería, cuatro demonios prácticamente reencarnaron, el Demonio Niebla vivió y se transformó durante siglos, el Demonio de Oro pronto despertara si no hacemos algo, Cada persona toma sus decisiones, cada uno busca su destino -

Escucho ruidos en el cielo, los demonios pronto atacaran, las personas me miran, esperan una respuesta, solo se una cosa:
-Yo nos soy ese Demonio de Plata, que murió aquí hace siglos-
-Entonces el mundo puede salvarse,- dice el Hechicero -para vivir tu vida como sea que la quieras vivir debes seguirme-
Los demonios comienzan a descender, las personas se alistan a luchar, el Hechicero y yo nos vamos corriendo, tengo preocupación por las personas, mi compañero lo nota
-Tranquilo- me dice –son el Reino Perdido, además ya están muertos-
Ahora estoy más confundido, al menos este hombre se mueve rápido para ser un viejo hechicero…muerto, sigue hablando:
-Debes usar tres hechizos, dos de ellos los use en el pasado; por ser perteneciente a una poderosa estirpe de demonios debes poder usar algunos hechizos, aun así es magia blanca y puedes…-
No es necesario que lo diga:
-Prefiero morir, que seguir las ordenes de esos locos-
Llegamos a una habitación, puedo sentir la batalla desde aquí, no hay necesidad de verla, los demonios intentan hacer lo mismo con la gente, igual que esa noche, pero como matas a un muerto, un muerto no puede hacer muchos hechizos, eso también lo se, por eso soy lo único que se interpone entre ellos y que no solo rijan mi vida sino la de muchos, nunca lo había pensado así, mis pensamientos son interrumpidos:
-Debes, hacer tres cosas fundamentales, desaparecer a los demonios, golpear la niebla y sellar definitivamente al Demonio de Oro con la sangre del Rey, ese Demonio puede revivirlos a todos sin problema si quisiera-

Me entrega un par de bolsas y me da instrucciones, debo ir hacia la batalla, pongo en movimiento mis alas y vuelo rápidamente hacia allá, ahí veo a los guerreros del Reino Perdido, luchando sin descanso, falta el Demonio Niebla, de acuerdo, yo me encargo, no dudo un segundo en llamar la atención de los demonios:
-¡Deben derrotarme!-
Vienen volando, hay una tormenta sobre mí, me hace lento, los ataques de llamas y truenos me caen, no es suficiente, los demonios me siguen hacia el cielo. El que llega mas rápido hacia mi es el Demonio Gigante, el Hechicero tuvo una pelea similar, en la batalla original, es de noche y mi hechizo debe tener los rayos del sol, vuelo tan rápido como puedo, estoy saliendo de la atmósfera terrestre, no falta la respiración, ellos se detienen no me siguen, recuerdan como fueron vencidos, estoy en problemas.

De acuerdo intentare el hechizo al amanecer, no se cuanto falte para eso por ahora tratare de mantenerlos bloqueados, me lanzo contra ellos, no es tan fácil enfrentar a los cuatro a la vez, soy demasiado presuntuoso; me es imposible sacarlos a golpes fuera de la atmósfera, ¡Lo olvide!, Niebla, rápidamente logro enterrar mis garras en el pecho de Trueno, se que no morirá, pero caerá, Agua me atrapa por la espalda, no puedo mover mis alas, su tormenta nos quita velocidad a todos y disminuye el poder de Fuego, quien se dirige a atacarme con sus manos llenas de llamas, abro mis alas con toda mí fuerza y rechazo a Agua, a los demonios se les enseña a luchar, Fuego no tiene defensa, lo noqueo con un rápido puño, también comienza a caer, quedan dos le tomo ventaja a Agua y voy contra Gigante, no mido mas que su cabeza, pero soy mas fuerte, lo suficiente como para estrellar mi cuerpo completo contra su cráneo, después de lo cual queda inconsciente y cae llevando bajo el al Demonio Agua, lo logre, están sobre el suelo, probare el hechizo sobre ellos, de una de las bolsas saco un poco de ese polvo de hechiceros, y lo dejo caer, sobre los demonios, el brazo me duele, pronunció el hechizo en un idioma extraño, la idea de este es que los obligo a morir. Parecen muertos, luego desciendo sobre la tierra, el Hechicero se me acerca:
-El hechizo no se aplicó bien, solo dormirán un poco- me dice –El Rey y la Princesa fueron a resguardar la tumba del Demonio de Oro -

Voy volando bajo tan rápido como puedo, ellos no pueden hacer mucho, están muertos, solo entretienen al enemigo, e intentan guiarme, a su propio verdugo, pero quien mas me guía es el mío, extraño. Hay soldados quietos, los sobrepaso, adelante están la Princesa, y el Rey, me aterra ver que le falta el ojo, ahora que lo pienso no tiene sangre, es un alma:
-Es muy tarde- dice a la princesa
-No podemos hacer mas- Agrega el Rey – Encontraras un cáliz, cerca de la silla del trono

Me acerco al salón del cual se dirigió alguna vez este reino, el lugar donde morí, al entrar me encuentro frente a frente con el Demonio Niebla
-No hay nada que hacer, esta por despertar- Me dice
La otra bolsa, que me dio el hechicero, tiene un raro aceite que unto en mis manos, el ardor es insoportable, no puedo evitar gritar, Niebla se burla
-¿Acaso eres un Demonio usando Magia Blanca?-
No importa, anteriormente, no logré golpearlo, era niebla, esta vez…, me acerco a el y lanzo un golpe hacia su cara, no se molesta en esquivarlo, lo impacto, su esquelética cara cambia, este demonio me ha presionado mucho, ahora con este golpe ha quedado, vencido pero no permitiré que se levante, le doy golpe tras golpe y llegó mi turno de hablar:
-Así que ese fue el poder que adquiriste en estos siglos, ocultarte, no eres mas que un simple sirviente, que nunca pudo ascender, un simple perdedor, de tercer nivel-
Ya esta inconsciente:
-¿Y ahora que te hicieron?-
Reconozco esa voz, despertó, esta a mi espalda, tengo miedo de voltear, primero miro hacia la silla del Rey al lado hay una mesa, allí esta el cáliz, me volteo y saludo, eso creo:
-Demonio de Oro-
Estoy un poco agotado, ¿Como le explico?
-¿Qué ocurrió aquí?-
No se que decir, camino lentamente hacia el cáliz, me sigue con la mirada, llego a el cáliz, tiene un manto encima, siento esa mirada la mirada de la muerte, quito el manto, es sangre, la toco con los dedos, no arde tanto, hay un ruido, son huesos rompiéndose
-Traidor- dice Niebla
Voy volando hacia el tan rápido como puedo, lo golpeo rápidamente con mi mano, la misma que lleva la sangre, la sangre del Rey, al golpearlo Niebla desaparece, para siempre.

El Demonio de Oro apenas comienza a moverse viene hacia mí
-Ordeno una explicación inmediata-
Tal vez deba mentir, se acerca y me mira directamente a los ojos
-Tus ojos, no hay muerte, entonces mi hermano, no volvió-
Se ha llenado de furia, se nota, sus ojos se incendian, lanza su puño tan rápido, que no lo puedo evitar, me impacta el pecho, duele y voy contra uno de los muros, sino fuera el Demonio de Plata estaría muerto, tampoco sangro, la sangre del Rey es la sangre de un héroe, debe acabar o al menos debilitar a un demonio.
Voy hacia el cáliz,
-No lo harás- dice El Demonio de Oro
Me detiene con un golpe de su ala y me aleja a la vez, el sabe lo que quiero
-Solo es cuestión de un hechizo, para revivir al Demonio Niebla, los otros Demonios despertaran pronto, y después de eliminarte, encontrare la forma de traer a mi hermano, o puedes decidir convertirte en el-
Es tentador, pero, no puedo:
-El no lo hará- Es el Hechicero, llegan esas personas del Reino Perdido
-Ustedes están muertos- dice el Demonio de Oro –No pueden ayudarlo mucho, no tocare la Sangre del Rey, no podrá arrojarla sobre mi esta vez-
-La sangre de un héroe debilita a los Demonios pero aumenta el poder de los humanos- Dice el hechicero mientras todos los espíritus del reino van sobre el Demonio, pero aunque llegue a la sangre se que no hay forma de arrojarla sobre el, estoy nervioso. Entiendo, miro mi mano tengo sangre y no me debilite, pero así vencí Niebla, voy hacia el cáliz, esa sangre hiere a un demonio. Lo levanto y dejo caer algo de esa sangre sobre mi, no siento un cambio, voy hacia el Demonio de Oro, y alcanzo a clavar mis garras en su espalda
-¿Qué tal viejo hermano?-
Los espíritus se apartan, es mi pelea, el se voltea y me golpea, no duele tanto, es fuerte igual que yo, nunca había tenido esta oportunidad en esos recuerdos de siglos atrás, ambos no elevamos nos acercamos uno al otro y nos lanzamos certeros golpes, nos vamos elevando al llegar al techo lo rompemos, seguimos golpeándonos. Siento algunas heridas, pero no temo, el amanecer esta cerca, el ve a sus demonios, los señala
-Despierten-
Se ha descuidado lo atrapo por la espalda, se esta debilitando sintiendo la sangre que me baña, y los golpes que le he propinado, es mi turno, le debe algo al mundo:
-Por todas las personas que borraste de la historia, y por el Reino Perdido-
Lo golpeo con mis garras, ya no puede defenderse, los otros demonios se están levantando, mientras el cae al suelo, el sol empieza a salir, simplemente dejo caer un poco de polvo de hechicería sobre ellos, y les obligo a morir inmediatamente caen.

Desciendo sobre ellos y luego camino hacia el Demonio de Oro, que se arrastra hacia los demonios, entendí lo que hizo con niebla, no lo hará esta vez, impregno la sangre que esta en mi cuerpo en mi mano, me acerco al demonio y pongo mi mano en su cara, esto va así:
-No revivirán por ahora, y con suerte, tal vez nunca, por la sangre del Rey que así sea-
Están desapareciendo, lo hice, soy libre.