viernes, 2 de marzo de 2007

7 DEMONIOS

LOS 7 DEMONIOS:

Y EL REINO PERDIDO

En un reino antiguo:

Soy el Hechicero del Reino Perdido, nuestro reino es el mas valiente; cuando este mundo de castillos, Reyes y dragones esta en peligro, nuestro ejercito puede ayudarlo, pero este reino no aparecerá en la historia pues la única forma de mantener la paz y pureza de las personas, es alejarnos de un mundo cada vez mas pagano. Ahora voy a hablar con el Rey del Reino Perdido:

-Sabio hechicero- Me saluda

-Señor los demonios vienen hacia acá- Le digo

-Nos encontraron- Dice el Rey- nunca nadie lo ha hecho-

Alguien ha llegado, es la princesa, joven y valiente, una guerrera contra la voluntad de su padre:

-Padre, Hechicero, nuestro ejército se ha preparado-

El Rey responde:

-Esta vez no iras hija, esos demonios han borrado reinos enteros de la historia, los enfrentaremos lejos de aquí-

Cada persona toma sus decisiones, cada uno busca su destino; el Rey no detendrá a su hija y yo luchare con mi magia, encontrare el conjuro para detener a los demonios. El Rey dicta una orden:

-¡Mañana lucharemos!-

Horas después en las afueras del Reino Perdido:

Soy el Demonio de Oro, poderoso hechicero y líder de un grupo de siete demonios, todos selectos de un inframundo y dedicados a destruir la raza humana, la lealtad entre nuestra estirpe es esencial, quien nos traicione será tratado como humano; solo salimos nosotros de la oscuridad, tenemos colmillos afilados, orejas puntiagudas, garras, alas en nuestras espaldas y en nuestros ojos se ve la muerte; en mi equipo además de mi, hay quienes dominan el fuego, el agua y el trueno, esta el que se mueve en la niebla y un demonio gigante, también un guerrero cruel, mi hermano menor el Demonio de Plata.

Ahora atacaremos un mito de la humanidad, una ciudad amurallada, el Reino Perdido, uno de nosotros nos mueve entre la niebla, en medio de la noche llegamos a esta ciudad, duermen, cuando el Demonio Gigante abra sus alas llegara a ser tan grande como las mas altas torres del reino, los demonios atacaran a las personas, mi hermano y yo iremos por la orden real.

Y dentro de las murallas:

Yo el Hechicero del Reino Perdido, he salvado a mi pueblo muchas veces, aquí en mi habitación, con sustancias mágicas, con antiguos rezos quiero encontrar la forma de detener a los demonios, se que estoy por lograr algo, hay ruidos afuera, saldré a revisar, ¡Hay un demonio gigante junto a una torre!, veo a otros volando, la gente sale de sus casas en llamas, hay una tormenta, truenos y relámpagos, las personas desaparecen entre la niebla, preparo un hechizo que me proteja y me dirijo hacia el Rey.

Cerca al trono del Rey:

Mi hermano el Demonio de Plata y yo el Demonio de Oro, vamos a la torre, donde encontraremos al Rey, al llegar, toda la guardia del Reino Perdido nos enfrenta, nuestras alas de metal los cortan, soy el guerrero mas fuerte, no me rebajare a pelear contra estos desconocidos, el segundo mas fuerte es mi hermano, el pelea contra todos, sin piedad con sus garras arranca el corazón de varios; yo voy por el Rey mientras cae el ejercito mas grande del mundo, muchas personas, la mayoría, no creían esta existencia, estos hombres fueron destruidos por un solo demonio, a quien yo destruiría fácilmente, no puedo evitar sentirme poderoso.

Acercándose:

-¡Hechicero!-, me llama la Princesa del Reino Perdido que quiere acompañarme, su único familiar es su padre el Rey, no se que pasara, porta su espada con valor y decisión, no podemos detener a todos los demonios a la vez, debo preparar algo, la Princesa se adelanta.

En la habitación del trono del Rey:

Los demonios de Oro y Plata, llegamos al trono del Rey, y ahí nos esta esperando, ese valiente guerrero del Reino Perdido, mi hermano ataca, desobedeciendo mis ordenes, el Rey saca su espada y logra golpearlo, digno luchador, el Demonio de Plata tumba la espada del Rey, y pone su mano en el rostro del soberano, es mi hora detenerlo:

-¡Alto hermano!, yo veré esos ojos antes de matarlo- Le digo

Mi hermano me esta dando la espalda, el rey grita de dolor, el demonio habla:

-Aun veras uno de sus ojos-

Me lanza el ojo que arranco del rey, este se para firme y con su espada golpea y derriba el Demonio de Plata, su fuerza viene de la voluntad, mi hermano se levanta, pero con un movimiento de mi ala lo arrojo contra un muro, su orgullo debe ser controlado.

El Rey toma su espada y me ataca, tengo que esquivarlo, gran guerrero, alguien entra en la habitación, una mujer gritando:

-¡Padre!-

Ella saca su espada, la hija del Rey, el Demonio de Plata la reta:

-¿Acaso pelearas, mujer?, ¿O trataras de huir?-

Mi pelea sigue y siento llegar niebla a la habitación, el Demonio de Niebla se transportó hasta aquí, esta atrás de la princesa.

-Señore...-

La cabeza del demonio esta en el suelo, fue esa mujer, ahora le habla a mi hermano:

-No voy a huir-

La Princesa y el Demonio de Plata están luchando, nuestros oponentes son grandes y nobles, pero todo debe terminar, logro enterrar mis garras de oro en el pecho del Rey, las saco rápidamente, no debo ensuciarme, esta muriendo mientras la sangre corre por su cuerpo, pero llega alguien mas fuerte, otro hechicero esta aquí, la Princesa ve morir a su padre, pero sigue luchando, mi hermano la logra tomar, con una mano, por su cuello y ella fallece, el hechicero lanza una energía contra el Demonio de Plata y este cae

-Soy capaz de revivir a mi hermano, usted no es el único hechicero- Digo

-¿Siente vivos a sus demonios?- me pregunta

-No los siento, pero tampoco siento un rastro de vida en el reino-

Nos enfrentamos con poderosas energías, es muy fuerte, estoy por caer, pero el también, no me arriesgare y lanzare mi hechizo:

-¡Los demonios renacerán!-

El hechicero me golpeó, estoy cayendo dormido, o muerto, no lo se, pero mi enemigo también, se acerca al Rey, quiero ir donde mi hermano, no tengo fuerzas para hacerlo, mis demonios están por revivir, pero el hechicero toma en su mano sangre del Rey y la envía al aire, cayendo incluso sobre mí, luego me habla:

-No revivirán por ahora, y con suerte, tal vez nunca, por la sangre del Rey que así sea-

Ahora se que estaré atrapado aquí, la cabeza del demonio de niebla está cerca, la puedo tocar, allí quedara memorizado todo, en una cabeza muerta, en una esencia inmortal, antes de que caigamos en un sueño, posiblemente eterno, el hechicero pronuncia las últimas palabras dichas en el Reino Perdido:

-Demonio de Oro, Cada persona toma sus decisiones, cada uno busca su destino-.

1 comentario:

Gabriel Trejos Duque dijo...

Hace algun tiempo habia leido esta historia... esta muy interesante... creo que la ideo de los diferentes demonios de diferentes metales es muy buena,... este blog est muy interesante... vamos a enfocarlo mas hacia la literatura. muy bien.
att:TREJOS