sábado, 28 de febrero de 2009

CAPITULO 3 ENTONCES,.., SI,…, TENGO MIEDO

CAPITULO 3
ENTONCES,.., SI,…, TENGO MIEDO

Maria era una joven estudiante, iba al colegio en su ultimo año de bachillerato, en seis meses se graduara, ahora como muchos cree, que su mundo es un caos, como cualquier adolescente; bueno la verdad los adultos no lo aceptan, pero son demasiados los que piensan igual.

Pronto serán las vacaciones de mitad de año, lo normal es que sus amigos realicen una fiesta, o rumba como lo llaman; será divertido; es lo que siempre se piensa, no hay porque prever problemas; no hay porque recordar lo que ha pasado.

Hace seis meses, un grupo de sus amigas la llevaron a una discoteca; en las afueras del sitio, hubo un asesinato, no aparecieron testigos, nadie sabía nada; incluso las chicas que estaban cerca del lugar, negaron haber visto algo. Ha pasado mucho tiempo desde eso lo mejor es olvidarlo. Solo fue un incidente desafortunado. ¿Qué posibilidad hay de que vuelva a pasar?, no es así.

-Sara- dice Jorge Luis, hablando por teléfono –así que iras de fiesta-
-No, no conozco sino a una de las chicas, y no eso que no la veo hace mucho, además tengo que estudiar-
-Emocionante, ¿Y que hay de esa obsesión de superhéroes?-
-No es una obsesión, yo ni siquiera veo televisión, pero esta en muchos periódicos, no solo en “El Universal”, el amarillista, dicen que han visto al sujeto enmascarado, lo llaman el Guardián Enmascarado, debe ser un tipo de lucha libre-
Luis se ríe –De acuerdo, descansa-
-¿Ya es hora de salir a embriagarse?- pregunta ella
-Si, Claro- responde sarcásticamente

Mas tarde todas las luces de la Casa de Jorge Luis estaban apagadas, el salió sin hacer ruido.

Maria, había discutido con sus padres por la hora de llegar a su casa, pedía libertad, ya era grande, para salir hasta tarde, por supuesto, no para trabajar y ayudar en su casa, pero si era grande para salir cuando quisiera. Maria llegó a la casa de sus amiga donde se llevaba a cabo la fiesta, estaban sus amigos y amigas, había mucho ruido, era fin de semana, sin embargo muchas personas que deben trabajar o estudiar al otro día, vecinos de la fiesta, y ocurrió el primer problema de los que se venían.

La policía llegó al cabo de un rato, aun viendo el alboroto y la participación de menores de edad a altas horas de la noche solo les pidieron bajar el ruido, lo cual hicieron por un momento, rato después todo siguió igual; a la fiesta llegaron sujetos desconocidos, pero no importaba, eran jóvenes que buscaban divertirse un rato, el volumen subía, muchos estaban ebrios, otros fumaban, y algunos empezaban a drogarse, en medio de el sonido repetitivo de la música contemporánea, Maria vio a un sujeto, no pudo dejar de mirarlo, no era nada malo, solo se le hacia conocido, el hombre notó la mirada de la chica, también la reconoció, la música sonaba muy duro.

Un hombre en sudadera, al parecer un vecino, rompió una ventana
-¡Acaso no se van a callar!-
Se armó un alboroto entre los fiesteros y varios vecinos, la policía llegó una vez mas, muchos de los chicos salieron corriendo de esa casa, Maria también era normal asustarse, son cosas que pasan, eso dicen.

Maria se fue rápido sola, ella creía que se veía mayor, no había problema realmente, no siguió corriendo, era demasiado grande para asustarse por bobadas, se detuvo un momento, ya era tarde, talvez seria mejor tomar un taxi, o mejor buscar si se puede quedar en la casa de una amiga;
-Entonces se acuerda-
Un hombre le habló, ella lo miró, el sujeto de la fiesta, no lo conocía, pero lo habia visto antes, no sabía donde, este hombre la tomó duro por el brazo y la llevó hacia una calle pequeña, mientras le decía:
-Lastima que no tenemos tiempo para gozar-
El hombre la tiro contra un muro y sacó un arma, ahora ella recordó; de repente había alguien mas allí, Maria solo vio a un sujeto enmascarado de negro, que logró derribar a su atacante, ella huyó, ambos hombres se enfrentaron, cuando el enmascarado, derribo a su enemigo sintió el golpe de un palo en su pierna, el dolor fue tal que lo tumbó, el primer hombre se levanto y busco su arma, con la cual le apuntó al enmascarado, este miro hacia atrás un sujeto fuerte le pego,
-Entonces el guardián enmascarado existe-
-Es solo un tipo- decía el hombre del arma –La que se fue corriendo, nos vio en la discoteca hace seis meses-
Ese hombre le apuntaba al llamado guardián enmascarado, ahora ese guardián, veía que no todo era tan fácil, y que había algo en su interior que había dejado de sentir, en el fondo sonó una sirena, muy asustado el guardián enmascarado, se levantó y tumbó el arma que le apuntaba, luego subió hacia un techo, la policía, atrapó a los delincuentes, estaban cerca después de la fiesta.

Maria estaba en una esquina asustada, no sabia que dirección tomar;
-¿Es que acaso no tienes una razón para vivir mañana?- le dijo una voz
Ella buscó y sobre un techo estaba el tipo de negro
-Yo no tengo la culpa- Respondió
-Seguro, ¿Eres menor de edad?-
-Si, pero, los policías arruinaron todo-
-Yo lo creo, si hubieran detenido la fiesta en su momento, no hubiera pasado nada, ¿Qué haces afuera?, ¿Por qué te perseguían?-
-Yo los vi-
-La discoteca hace seis meses-
-Mataron a un hombre, pero nos asustamos, tuvimos miedo de hablar-
-Es tu decisión, mañana pueden salir, por solo portar un arma-
-No debía salir-
-Ni ahora, ni hace seis meses, esa es mi opinión, es un mundo peligroso, ve a casa y trata de dormir, esa es mi opinión-

Maria llegó a su casa, entro pensando que se había equivocado en su supuesta rebeldía, debía hablar por su bien y por el de otros, con sus padres y con las autoridades, por su bien y por el de su conciencia; no se sabe que vaya a pasar, pero hoy Maria entendió que su caos mental, su libertad y sus ganas de diversión, no son mas importantes que su vida y su futuro.

Nadie podía escuchar a Jorge Luis entrar en su casa, entro tan rápido como pudo, como su pierna se lo permitió; el dolor era mucho, se acostó en su cama, el había ayudado a algunas personas, consideraba que los ayudaba también mentalmente, era el llamado Guardián Enmascarado, un nombre que no le gustaba, sonaba largo y gracioso; recordaba el arma, pudo acabar con todo, hace unas semanas no tenia miedo a morirse, de hecho lo deseaba a ratos, pero al ayudar a los demás, se sentía bien, esa mascara asustaba a los malos; y le permitía llevar una vida normal; quería vivir, y esta noche tenia miedo.

2 comentarios:

BUDOKAN dijo...

A ver cuando actualizas. Sé que no soy el indicado pero quisiera leerte un poco más. Saludos!

Anónimo dijo...

hello... hapi blogging... have a nice day! just visiting here....